Soñadores.

jueves, 27 de diciembre de 2012

Quiero que me quieras, solo eso.

Me suelo acostar llorando. Tengo la costumbre de encerrarme en el baño a llorar muchas veces. Otras veces, en cambio, me aguanto las lágrimas para que no vean que lloro. Pero lo peor de todo, lo más increíble y horrible a la vez, es que cada lágrima que derramo o no derramo, es por ti. Muchas veces me enfado con el mundo, conmigo la primera y todo porque no te tengo. No es tan fácil aguantar lo que me pasa. No me entiendo. Te quiero, te necesito, pero me conviene olvidarte. Sé que no voy a tenerte nunca y no es por ser negativa, simplemente es que no hay nada a mi favor, sino todo lo contrario. Pero olvidarte tampoco. No puedo olvidarte, pero tampoco me esfuerzo en hacerlo porque no quiero. Si he conseguido algo, por muy mínimo que sea, quiere decir que si me esfuerzo y me lo propongo puedo conseguir más, mucho más. Pero la impotencia de pensar que no voy a estar contigo nunca es lo que me vence y me hace perder las pocas ilusiones que pueda tener aun que un poco de positividad de vez en cuando no me vendría mal.

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